¿Cómo podemos identificar a las "gentes poderosas" durante el Calcolítico (3500-2200 a.C.) en el sur de Europa? El uso de enterramientos colectivos, una práctica funeraria que tiende a minimizar las desigualdades sociales, no facilita precisamente esa búsqueda. Se explora aquí una serie de evidencias que muestran la existencia de esas élites a través de ciertos ajuares y elementos muebles hallados en sepulturas individuales (particularmente en el noreste de Italia) y colectivas. Se insiste, sobre todo, en el concepto de los muertos de acompañamiento, hombres y mujeres sacrificados con motivo de la muerte de una persona, un indicio que puede revelar una importante subordinación. La iconografía, la organización de algunos asentamientos (como los mega-yacimientos de Andalucía) y los depósitos de objetos de cobre, evidencian la existencia de esos personajes principales. También se revisan los objetos de prestigio y otros marcadores como formas de distinción social. Alrededor del 2500 a.C., con la llegada del fenómeno campaniforme, los testigos que marcan la identidad cultural y/o el estatus resultan, en principio, más cualitativos que cuantitativos. Pero la acumulación de marcadores sociales se reanuda de nuevo con las “tumbas principescas” de Ciempozuelos. En conclusión, en este trabajo se abordan problemas generales sobre la “calcolitización” de Europa occidental y los criterios que disponemos los investigadores para el reconocimiento de sus élites.