“…La dificultad para describir y explicar argumentativamente en sus narrativas docentes qué condiciones pueden hacer emerger un contacto pedagógico auténtico es manifiesta (Korthagen, Attema y Zwart, 2014) y seguimos percibiendo en sus relatos una perspectiva comunicativa fuertemente cognitiva y unidireccional pues el diseño de un ambiente estimulante y motivador en el que el estudiante pueda desarrollar los objetivos educativos es vista mayoritariamente como una responsabilidad exclusiva docente (Fernández, Tuset, Pérez y García, 2013). La inexistencia en estas narrativas de reflexiones que señalen otros aspectos facilitadores del contacto pedagógico como la apertura a lo desconocido, (Arndt, 2017), una actitud ética para recibir a la otredad (Gehrke, 2009;Lipari, 2009), el silencio o suspensión de juicio egótico (Beard, 2009) o unas relaciones más democráticas (Penman y Turnbull, 2012), podrían conformar puntos ciegos en sus narrativas limitando una mejor comprensión epistemológica sobre el propio quehacer docente (Leijen, Allas, Pedaste y Knezic, 2015;Phillips y Napan, 2016) y contribuyendo al desarrollo de un docente más consciente de sus creencias (Korthagen, 2004;Korthagen, 2010;Nuñez y Fontana, 2009;Aubert et al, 2010).…”