El cuestionamiento a la normalidad sexual, la desestabilización de los discursos hegemónicos que han construido el deseo, el cuerpo y las identidades, son solo algunas de las características de una praxis pedagógica queer (Britzman, 2002). En base a ello, el artículo presenta una revisión de estudios empíricos sobre prácticas pedagógicas queer e inclusivas de la diversidad sexual. Para esto, se analizaron 40 artículos de diferentes contextos geográficos, publicados entre el año 2000 al 2020 siguiendo parcialmente y, desde un ejercicio de queernes, al protocolo PRISMA (Moher et al., 2015). Como principales hallazgos, se reconoce que los/las docentes que desarrollan estas prácticas lo realizan motivados por un interés personal ligado a sus historias de vida y convicciones éticas. Asimismo, se identificaron una serie de barreras que condicionan su desarrollo, expresadas en currículums silenciadores, percepciones docentes de vigilancia parental e incipientes políticas educativas inclusivas de la diversidad sexual. Se concluye que la implementación de las pedagogías queer implica complejos desafíos emocionales para los/las docentes.