“…Está dirigido a la rehabilitación cognitiva en el contexto del tratamiento psiquiátrico convencional, focalizando esfuerzos en el impacto funcional de las alteraciones cognitivas y sociales desde una perspectiva pragmática y de mejoría adaptativa para la vida cotidiana. La propuesta incluye un acercamiento a las alteraciones cognitivas en términos de estilos cognitivos disfuncionales: empobrecidos (inhibición de los procesos de lenguaje, procesamiento, funcionamiento ejecutivo), desorganizados (disminución de la habilidad de control inhibitorio ejecutivo, desregulación afectiva y planificación, manifestándose formas de funcionamiento inefectivo y caótico) o rígidos (dificultad para desarrollar respuestas alternativas a problemas sociales) 26 . Hogarty et al 27 , señalan, en los resultados de una intervención mediante CET, una mejoría del rendimiento cognitivo con indicadores asociados a un aumento en neurocognición, velocidad de procesamiento y rendimiento conductual (seguimiento a 12 meses); y, una mantención del aumento en neurocognición y velocidad de procesamiento, más el aumento en estilo cognitivo, cognición social y ajuste social (seguimiento a 24 meses).…”