El evento cerebrovascular (ECV) agudo es un déficit neurológico causado por una lesión del sistema nervioso central (SNC) secundaria a suministro insuficiente de sangre oxigenada al cerebro. Puede ser hemorrágico o isquémico, que es el más frecuente. Afecta aproximadamente a 16 millones de personas al año en el mundo, y en Latinoamérica se ha descrito una incidencia de 35-183/100.000 habitantes. Los principales factores de riesgo son el tabaquismo, consumo de alcohol, hipertensión arterial y antecedentes familiares. El método diagnóstico más utilizado la es la tomografía de cráneo, y el más preciso, la resonancia magnética cerebral. Hay pocos casos documentados de aumento de la captación en la gammagrafía ósea con tecnecio 99 metaestable (99mTc) e hidroximetilendifosfonato (HMDP) en la zona del infarto. El mecanismo fisiopatológico de esta captación aumentada que se visualiza en los infartos es incierto, pero hay algunas hipótesis, y la más aceptada está relacionada con el metabolismo del calcio intracelular implicado en los ECV. Se presenta el caso de una mujer de 78 años de edad con hemiparesia izquierda y parálisis facial central, a quien se le realizaron tomografía y resonancia cerebral, con las cuales se diagnosticó un ECV. Posteriormente se le realizó una gammagrafía ósea con 99mTc-HMDP, en la cual se evidenció captación aumentada del radiofármaco en la zona del infarto.