“…La corteza orbitofrontal participa activamente en el control inhibitorio, por lo que los daños en esta estructura se van a evidenciar en la impulsividad característica de la conducta adictiva (Badanich, Becker, & Woodward, 2011;DePoy & Gourley, 2015;Malanga et al, 2008;Salas-Ramírez et al, 2010). Por otra parte, los roedores (ratones o ratas) en la adolescencia o la juventud temprana, tienen mayor probabilidad En este estudio se encontró una gran influencia de la EPC en la posterior conducta de consumo de cocaína en ratones, sobre todo en el mantenimiento, y los machos fueron los más afectados.…”