Este artículo ofrece un análisis microespacial del cantón de Cartagena (1873) mediante el examen minucioso de la pequeña sociedad revolucionaria para descubrir sus vínculos humanos e ideológicos con un contexto más amplio. Mientras que en el imaginario histórico español la revolución cantonal simboliza el localismo más ciego, el artículo muestra que el proyecto político de los insurgentes no se limitó en absoluto a la región y que, por el contrario, se apoyó en solidaridades inéditas a escala de la nación, del imperio español y del mundo. Siguiendo las lecciones de la microhistoria, utiliza los itinerarios de algunos dirigentes del cantón para hacer visibles estas amplias conexiones. A continuación, se centra en los insurgentes anónimos, hombres y mujeres trabajadores de clase popular, para comprender los motivos y las formas de su solidaridad con mundos distintos al suyo.