Resumen: En este artículo se lleva a cabo una revisión de las discrepancias observadas en los estudios de comorbilidad entre los trastornos mentales del Eje I y los trastornos de personalidad. Las investigaciones llevadas a cabo hasta la fecha muestran un amplio rango en la tasa de comorbilidad, con variaciones en función del tipo de instrumento de evaluación utilizado. Los estudios que recurren a cuestionarios muestran tasas significativamente más altas de trastornos de personalidad que los llevados a cabo con entrevistas clínicas. Los autoinformes presentan, por tanto, una tendencia a sobrediagnosticar trastornos de personalidad. Las entrevistas clínicas, en cambio, son más estrictas y conservadoras, por lo que las tasas de prevalencia son más bajas y ajustadas, incluso con diferencias significativas cuando se utilizan ambos tipos de instrumentos con una misma muestra clínica. Se ejemplifican estos datos con estudios concretos llevados a cabo en el ámbito del alcoholismo, la ludopatia, la adicción a la cocaína y los trastornos de la conducta alimentaria. Por últi-mo, se comentan las implicaciones de este hecho para la práctica clínica cotidiana y para la investigación futura.
Palabras clave: Trastornos de personalidad, autoinformes, entrevistas clínicas, evaluación.
Use and abuse ofself-reports in the assessment ofpersonality disorders
Abstract:In this paper an analysis of the observed discrepancies in studíes about the comorbidity between mental disorders of Axis I and personality disorders was carried out. Research shows a wide range of the comorbidity rates, with variations in function of the kind of assessment tool used. The studies that use self-reports show significantly higher rates ofpersonality disorders than the ones using clinical interviews. Therefore, self-reports have a tendency to over-diagnose personality disorders. However, clinical interviews are stricter and more conservative and so the prevalence rates are lower, even with significant differences when both types of assessment tools are used with the same clinical sample. These data are illustrated with specific studies carried out in some clinical disorders: alcoholism, pathological gambling, cocaine dependence and eating disorders. Lastly, implications of this study for clinical practice and future research are commented upon.