“…En países latinoamericanos como Venezuela el diagnóstico se realiza en promedio a los 54 meses de edad de los niños (Montiel-Nava et al, 2017), en Brasil a los 59 meses (Ribeiro et al, 2017) y en Colombia a los 45 meses (Talero-Gutiérrez, Rodríguez, De la Rosa, Morales, & Vélez-Van-Meerbeke, 2012). En el presente estudio el diagnóstico a los niños del grupo clínico se realizó en promedio a los 34 meses, edad que se encuentra por debajo de la media mundial de 42 meses (Salomone et al, 2015); esta situación probablemente obedece a una mayor conciencia sobre el TEA tanto de los cuidadores como de los profesionales de la salud en los últimos años (Alcantud, Alonso, & Mata, 2016), lo que ha facilitado la identificación de signos de alerta temprana. Lo anterior, sugiere que es posible disminuir el tiempo de realización del diagnóstico de TEA y una de las estrategias que lo facilita es atender a las sospechas tempranas de los padres sobre anormalidades en el desarrollo de sus hijos (Zablotsky et al, 2017).…”