La muerte de más de 17.500 pelícanos entre las costas de Perú, Ecuador y Venezuela, activaron un alerta epidemiológico al detectar que el virus A(H5N1) era el responsable. Cuarentena que en Venezuela se extendió por cinco estados (departamentos). Igualmente, la alta prevalencia de parasitosis intestinal de los pelícanos venezolanos, pudiera estar potenciando los estragos del virus en esta especie. Indudablemente Pelecanus sp., es la principal víctima en la propagación de estas infecciones y sin pretenderlo, se ha convertido en reservorio de la gripe aviar y de enteroparasitosis que pueden ser transmitidas al hombre, lo que prioriza la necesidad de lograr controlar la diseminación del virus para no tener que eliminar poblaciones enteras de estas aves que están en la cima de la cadena trófica y que son indispensables para el sano mantenimiento de la ecología regional y paralelamente evitar el salto de estas infecciones al humano.