si bien Antonio Caballero se ha consolidado como una voz crítica imprescindible en el actual medio cultural colombiano, su faceta de novelista no ha recibido la atención crítica que merece. Este artículo propone que su única novela, Sin remedio (1984), sugiere la necesidad de reflexionar sobre la función de la ficción literaria de cara a las condiciones sociales y culturales que definieron las últimas décadas del siglo xx en Colombia. A través del análisis de la crisis existencial del protagonista, se plantea que dicho personaje funciona como espejo en el que se refleja un fracaso individual cuyas resonancias colectivas obligan a repensar la función social y política del escritor en tiempos de violencia.