“…Por otra parte, la memoria, junto con la atención y la percepción, forman parte de los procesos psicológicos básicos y se presenta como uno de los procesos cognitivos primordiales implicados en el aprendizaje de la lectura y de cualquier otro aprendizaje. En general, a los alumnos con discapacidad auditiva se les atribuye una capacidad de memoria menor que a los oyentes, explicado en gran parte por un uso menos eficiente de los códigos fonológicos en la MCP, o memoria de trabajo, o a que emplean códigos de memoria cualitativamente distintos a los utilizados por los oyentes (Herrera, 2009). En este sentido, Herrera (2009) sugiere que la mejora de las habilidades de MCP y RCGF en los alumnos con discapacidad auditiva requiere integrar en el proceso de aprendizaje de la lectura y la escritura «la utilización de todas las modalidades sensoriales que faciliten la vinculación de la información gráfica proveniente del texto escrito, con códigos de procesamiento de la información basados en experiencias visuales, signadas, dactílicas 10 y ortográficas que les permitan acceder a la información escrita» (Herrera, 2009: 90), es decir, que se deberían posibilitar todas las vías de acceso a la información para que puedan crear vínculos que les permitan representar la información grafema-fonema, y en este sentido el material audiovisual subtitulado se presenta como una buena herramienta capaz de proporcionar este tipo de información.…”