Actualmente, nos enfrentamos a serios problemas ambientales, como la escasez de recursos o el cambio climático, que se agravarán con el tiempo. Para valorar si las propuestas didácticas existentes contribuyen a transformar ecosocialmente al estudiantado, se han catalogado las actividades sobre Educación Ambiental ofertadas en la Comunidad de Madrid por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico de España (período 2018-2021), considerando: el nivel educativo de destino, qué enseñan, para qué lo enseñan, cuál será su alcance y si son democráticas. Los resultados evidencian una desatención de las etapas educativas tempranas y un predominio de lecciones/exposiciones magistrales sobre contenidos conceptuales (biodiversidad, reciclaje), obviando cuestiones relevantes, como los problemas de salud ambiental de origen antrópico y el desarrollo del pensamiento crítico. Las actividades son difícilmente replicables y presentan requisitos segregadores, características que son incoherentes con la Educación para la Justicia Ambiental. Por tanto, desde la investigación educativa, se deberían atender estas deficiencias, diseñando propuestas que doten a formadores y aprendices de una visión holística de la complejidad de los problemas ambientales.