En el contexto mexicano, la interculturalidad constituye un discurso de reconocimiento y respeto de la diversidad cultural, especialmente de los pueblos indígenas. El objetivo del artículo es explorar cómo se construye la interculturalidad entre niñas y niños inmigrantes, de origen indígena y mestizo. El supuesto de partida es que la interculturalidad también es un proceso interactivo de comunicación entre personas de culturas diferentes. La metodología está basada en los resultados de un estudio antropológico realizado en el Centro de Atención Integral para Niños Migrantes, en Ascensión, Chihuahua. Con base en observaciones y entrevistas, se identificó que la niñez inmigrante construye la interculturalidad en las aulas, en las áreas recreativas y durante el trayecto a la escuela. Por tanto, la conclusión es que lo hacen en dichos espacios escolares, a través de relaciones y significados, a veces en disputa, que tejen entre sí mismos y con el personal docente.