“…Finalmente, se reconoce que entablar una relación comunicativa de calidez y cercanía, genera un vínculo terapéutico sólido, que facilita el profundizar en las dimensiones que afectan al individuo, lo que redunda como un factor de adherencia para dicho vínculo, permitiendo así gestionar de mejor modo herramientas que impacten sobre la calidad de vida de las personas. Este estudio presenta limitaciones relacionadas con imbricarse con mayor profundidad en la valoración del bienestar subjetivo involucrado en el acto dialógico de recordar, así como también por no profundizar de un modo más directo en elementos de participación comunitaria y/o propios de la relación con otras dimensiones de interés en salud, como lo es la vivencia de la enfermedad, el duelo o el dolor físico (30) . La comunalidad de entrevistas autobiográficas deviene de solicitar narrativas de recuerdos contextualizados por elementos circunstanciales, enfatizando en la calidad de aspectos tales como su valencia emocional, las coordenadas de tiempo -espacio, la perspectiva desde donde se evocan (escenarios, representaciones o la mezcla de ambos), entre otros.…”