“…En plenitud de la globalización María Teresa Quiroz sostenía: "En el mundo actual se comparte un conjunto de objetos que han perdido su sentido de localización y cuyas referencias sociales se han desenraizado y han pasado a formar parte de imaginarios comunes" (1997, p. 32). En aquel entonces, las nacientes tecnologías digitales ya se revelaban como medios a través de los cuales se narraba y se representaba el mundo, comenzaban entonces a ser agencias y espacios de legitimidad, tan cercanos a lo que la escuela ha representado, por la forma en que promueven mecanismos de socialización (Quiroz, 1997). En el contexto de la sociedad de la información y del conocimiento, este desarrollo tecnológico hoy constituye "un nuevo lenguaje, pues se está viviendo un cambio estructural y de paradigmas que están modificando los fundamentos de la sociedad y abriendo paso a otra, que implica nuevas formas de comprensión e interpretación de la realidad" (Balart Carmona y Cortés Fuentealba, 2018, p. 4).…”