“…En suma, se producen relaciones funcionales entre un producto mental del que la persona es consciente, las IM, y el estado emocional, la calidad de vida, y los comportamientos que suscitan. Desde esta perspectiva, tanto las IM como sus consecuencias funcionales (i.e., malestar, egodistonía, interferencia, valoraciones sesgadas, comportamientos y estrategias de neutralización y control), podrían ser un factor común, con valor transdiagnóstico, en los trastornos mencionados (Belloch, 2012;Blom, Hagestein-de Brujin, de Graaf, ten Have y Denys, 2011), además de estar presentes en otros, como el insomnio (p.ej., Harvey y Payne, 2002;Schubert y Coles, 2013), el trastorno de estrés post-traumático (p.ej., Ehlers et al, 2002;Engelhard, van den Hout, Arntz, y McNally, 2002), la ansiedad generalizada, las adicciones, o la depresión (Clark, 2005(Clark, , 2017.…”