“…Es por ello que se aconseja iniciar lo más precozmente la nutrición del paciente, dentro de las primeras 72 horas de ingreso del paciente, preferiblemente incluso antes de las 48 horas (2,5,10,14,15,24,25). Por su menor número de complicaciones frente a la administración de nutrición parenteral, el empleo de nutrición enteral, sobre todo por vía yeyunal (2,5,14,15,27), debe ser la primera opción a la hora de elegir el soporte nutricional en el paciente con pancreatitis aguda grave (3,10,17,22,23,25,26), quedando relegada la utilización de nutrición parenteral a los casos donde exista imposibilidad de administrar la nutrición enteral, se presente intolerancia de ésta, o cuando surja un episodio de reagudización del cuadro pancreático patológico (15,27). No obstante, pese a que surjan estas complicaciones con la infusión de nutrición enteral, muchos estudios se decantan por la opción de administrar igualmente una cantidad mínima basal de nutrientes por esta vía, con la misión de conservar el efecto trófico del aporte intraluminal de nutrientes en la mucosa del intestino (2,5,14,15,25).…”