“…Por lo tanto, el ser humano, mostrará un comportamiento "normal" ante las exigencias críticas, amenazantes, conflictivas y desbordantes denominadas "anormales" en situaciones de desastres, por su esencia. Esto es así, dadas las posibilidades incalculables de resiliencia para reestructurar y movilizar los mecanismos necesarios de adaptación y readaptación humana(Brooks et al, 2020).En reafirmación de ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que el impacto psicológico (a corto, mediano y largo plazo) del COVID-19 en la sociedad, no debe ser ignorado(Cabrera, 2020;Inchausti et al, 2020). El coronavirus llega, entonces, como un "multishock" a una humanidad con múltiples enfermedades psicológicas, de mayor o menor severidad, dependiendo de las circunstancias particulares de vida de cada persona y de cada colectividad(Murueta, 2020).En la literatura por épocas y lugares del mundo a través del tiempo, son descritos innumerables casos de brotes emocionales, asociados a comportamientos diversos.…”