Introducción: los diversos impactos psicológicos, de interacción social y calidad de vida en los pacientes con parálisis facial periférica idiopática (PFPI) se estudian desde 1990. Existen reportes sobre la generación de estrés, angustia, ansiedad, depresión y baja autoestima enfrentados como una discapacidad social. Objetivo: evaluar el efecto socialmente positivo del uso del cubrebocas por la pandemia de COVID-19 en pacientes con parálisis facial periférica idiopática. Material y métodos: ciento doce pacientes que en 2015 participaron en un estudio de asimetría facial angular utilizando fotogrametría (House-Brackmann o H-B como referencia). Se formaron dos grupos: grupo A (n = 66) reclutados en 2015-2016 (prepandemia de COVID-19) y grupo B (n = 46) reclutados en 2020-2021 (durante la pandemia). Grupo B con uso obligatorio de cubrebocas. PFPI menor a tres meses de evolución. Se aplicó t de Student para las comparaciones, Shapiro-Wilk para normalidad. Análisis de varianza de dos factores (grupo*H-B) para comparar el desempeño en cada esfera del índice de funcionalidad (física y social), p < 0.05. Resultados: los grupos fueron comparables en edad (p = 0.31), distribución por sexo (p = 0.11), grados funcionales en la escala H-B (p = 0.74) y tiempo de evolución de la PFPI (p = 0.06). En la función social, los resultados fueron inversos: los casos de disfunción severa del grupo B (durante la pandemia) tuvo una media de funcionalidad social más alta que la del grupo A (p = 0.05). En los casos de disfunción leve/moderada las medias de función social fueron muy semejantes (p = 0.80). Conclusiones: el uso cotidiano del cubrebocas en pacientes con PFPI podría tener un impacto positivo en la evolución clínica al reducir el estrés y elevar su calidad de vida.