En 2021 es legalizada la práctica de la eutanasia en España, incorporándose a la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, convirtiéndose en una alternativa para adultos con una enfermedad terminal y elevado sufrimiento. Las personas que demandan esta práctica enfrentan malestares biopsicosociales y espirituales y dificultades a lo largo del proceso, jugando la psicología un papel clave en su atención. Surge la necesidad de elaborar programas de intervención interdisciplinares adaptados al contexto español, basados en la experiencia y el saber científico acumulado en otros países donde esta práctica ya se encontraba legislada. La Terapia Cognitivo-Conductual, la Terapia Centrada en el Sentido y la Terapia de Dignidad se encuentran entre las intervenciones más desarrolladas para la atención de los momentos finales de la vida, aunque sus resultados precisan mayor replicación. El Sistema Nacional de Salud constituye el escenario óptimo para implementar estas intervenciones, siendo necesario fortalecer a la Psicología de la Salud para que esta pueda asumir esta tarea en adecuadas condiciones.