El continuo avance de las investigaciones arqueológicas, especialmente en los ámbitos portuarios, está produciendo casos de estudio de mayor complejidad y riqueza. En este sentido, la progresión en cuanto a la definición de los urbanismos, el mayor conocimiento en la identificación de las denominadas “estructuras de contacto” como los muelles o embarcaderos, los progresos de la arqueología subacuática en la localización de pecios y áreas de fondeo conocidas, así como del resto de evidencias vinculadas a las infraestructuras portuarias, está permitiendo que se articule un discurso más concreto acerca del funcionamiento del puerto en época Antigua. A pesar de estos hechos, el faro como elemento principal y determinante en el paisaje portuario, permanece rodeado de numerosas incógnitas derivadas de una presencia importante en las fuentes literarias, numismáticas, pictóricas, escultóricas y musivarias pero una ausencia casi total en el registro arqueológico. Más allá de su icónico papel como construcción monumental en las infraestructuras portuarias, su función como hito señalizador y articulador del tránsito lo hace componente clave en estos contextos. Debido a estas circunstancias, en el presente trabajo se analizan los casos béticos identificados y presupuestos en el ámbito del Estrecho de Gibraltar, relacionándolo con la información aportada por las fuentes, los estudios geomorfológicos y los datos del poblamiento de la costa bética. Estos datos han sido introducidos en un sistema de información geográfica (SIG) donde se han realizado cálculos de cuenca visual para determinar cómo se configuraría este teórico escenario. El resultado ha permitido plantear una serie de hipótesis sobre la configuración de las redes marítimas béticas y la presencia real del faro en el contexto portuario.