Puntajes de propensión y estudios observacionales. Aplicaciones en investigación quirúrgica

Abstract

El diseño ideal para estimar los efectos de intervenciones es un ensayo clínico con asignación aleatoria (AA), en los que esta AA a la intervención, equilibra características observadas y no observadas de los sujetos que componen los grupos en estudio.Si no se puede realizar AA, existe una alternativa para controlar sesgos, conocida como puntajes de propensión (PP).Los PP son útiles para estimar el efecto de una intervención o exposición sobre un resultado en estudios observacionales, especialmente cuando se estima la posibilidad que existan sesgos de confusión y selección debido a una asignación de tratamiento no aleatoria. Son una técnica de emparejamiento avanzada de variables de confusión como edad, sexo, etc., permitiendo que se puedan comparar pacientes de edad similar en grupos de intervención y de comparación. Esto, se puede complejizar si se decide agregar muchas variables al proceso de emparejamiento (edad, sexo, etnia, nivel educacional), puesto que será difícil encontrar coincidencias exactas para los sujetos. Entonces, los PP resuelven este problema de dimensionalidad comprimiendo factores relevantes en un solo puntaje, así, los pacientes con PP similares se comparan entre los grupos de intervención y comparación.El objetivo de este manuscrito fue generar un documento de estudio referente al uso de los PP y su rol en investigación quirúrgica.

Relación entre la administración de drogas vasoactivas y la aparición de eventos adversos

“…La técnica utilizada fue la observación realizada al paciente críticamente enfermo que recibió drogas vasoactivas y al desempeño del profesional de enfermería que brindaba cuidado directo al mismo. Como instrumento se diseñó una lista de cotejo tomando en consideración elementos de algunos autores 11,13,14 , para identificar en primer lugar, las características demográficas y clínicas del paciente, en segundo lugar, se procedió a dividirla en tres apartados, el primero constó de cinco ítems relacionados con los eventos adversos observados en el paciente, el segundo incluyó 13 correctos de enfermería (lavado de manos, monitorización de signos vitales, medicamento, dosis, vía de administración, paciente correcto, registro de la hora de preparación de la droga, hora que inicia infusión vasoactiva, cumplimiento del fármaco por un solo lumen del catéter central, vigilancia constante de la velocidad de infusión y dosis terapéutica, preparación y suministro por el mismo profesional y evolución después de administrarlo). El tercero, se orientó a errores frecuentes en las etapas de prescripción, transcripción, preparación, administración y monitorización de medicamentos relacionados con las indicaciones médicas.…”