2013 was a remarkable year in biological anthropology. From perplexing fossil hominin discoveries to revealing genome analyses, discussions of ethics in the field, and the continuing public dissemination of our work, we grappled with many issues both within and outside the academy. Here I explore some of these major accomplishments across four main themes: (1) new hominin finds and resulting consideration of the complex landscapes across which our various ancestors lived, adapted, and possibly interbred; (2) recent news from (nonhuman) primate evolution and contemporary primatological practice; (3) the demonstrated relevance of biological anthropology to anthropology with examples from integrative biocultural and ethnoprimatological approaches that move beyond dated subfield constraints; and (4) the value of social media and engagement of the public. [biological anthropology, integrative research, fossil hominins, social media, engaging the public, year in review]RESUMEN El 2013 fue un año excepcional en la antropología biológica. Desde los descubrimientos desconcertantes de fósiles humanos hasta los análisis reveladores del genoma, discusiones sobreética en el campo de estudio, y la diseminación pública continuada de nuestro trabajo, batallamos con bastante tanto dentro como fuera de la academia. Exploro aquí, algunos de estos logros mayores a través de cuatro temas principales: (1) nuevos hallazgos humanos y la resultante consideración de los paisajes complejos a través de los cuales nuestros varios ancestros vivieron, se adaptaron, y posiblemente se cruzaron; (2) recientes noticias sobre la evolución de primates (no humanos) y la práctica primatológica contemporánea; (3) la demostrada relevancia de la antropología biológica a la antropología con ejemplos de aproximaciones integrativas bioculturales y etnoprimatológicas que avanzan más allá de las anticuadas limitaciones de los sub-campos de estudio; y (4) el valor de los medios sociales y su interacción con el público. [antropología biológica, investigación integrativa, fósiles humanos, medios sociales, interactuando con el público, año en revisión] J ust over fifty years ago, the physicist and philosopher of science Thomas Kuhn wrote a book that challenged the construction of science and the way we think about it. That book was, of course, The Structure of Scientific Revolutions (1962), and in it he discussed how, contrary to steady accumulating progress, there were many periods of discontinuities-"revolutionary" and "normal" phases during which practitioners in particular disciplines are "plunged