“…El TDN, como categoría de turismo deportivo "activo" (De Knop, 1990;Gibson, 2006), integra un conjunto de actividades físico-deportivas, de carácter motriz y de "aventura controlada", que como oferta más o menos mercantilizada y de fuerte orientación lúdico-recreativa, son practicadas durante las vacaciones al aire libre y en contacto con el medio natural, sirviéndose básicamente de los recursos que ofrece éste y suponiendo un cierto factor de riesgo, esfuerzo físico y/o destreza para sus practicantes. Presentan, asimismo, una gran heterogeneidad y un campo casi ilimitado de modalidades por la diversidad de recursos y entornos naturales que les pueden servir de soporte, sus necesidades diferentes de equipamiento deportivo y sus niveles de riesgo, tecnificación y capacidad o preparación física de los usuarios, así como de técnicas y tipos de práctica empleadas, que conforman distintas "culturas o subculturas deportivas" (Augustin, 2011). A esto se suma la fuerte segmentación de los deportes de naturaleza tradicionales en múltiples derivaciones y adaptaciones, como es el caso del esquí y el alpinismo, que han derivado en más de una veintena de disciplinas, pudiéndose clasificar según escenarios de práctica en tres grupos: deportes terrestres (senderismo, rutas ecuestres, alpinismo y montañismo, bicicleta de montaña, Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles, 77, 462-492 espeleología, etc.…”