“…Se ha reportado la aplicación de la técnica de microencapsulación con probióticos de las cepas Lactobacillus y Bifidobacterium, incorporados en productos lácteos como yogurt, queso, postre de leche y helado 47 ; con fitoesteroles de tipo extracto comercial, añadidos en yogurt 46 , con vitaminas D, E, y hierro empleadas en bebidas lácteas y yogurt 40,48,49 con aceites de origen animal y vegetal, adicionados en queso fresco, cheddar y mozzarella, los cuales han sido añadidos teniendo como principal interés la incorporación de ácidos grasos insaturados en la matriz láctea. La microencapsulación de aceites aumenta la estabilidad de las emulsiones y disminuye la oxidación de los ácidos grasos insaturados, permitiendo una menor afectación de la calidad sensorial de los productos fortificados 32,38,43,50 .…”