El acelerado envejecimiento poblacional ha sido preocupación creciente del mundo contemporáneo, dadas las dificultades económicas y sociales para asegurar la satisfacción de necesidades básicas y de cuidado de los senescentes. Las propuestas de envejecimiento exitoso, saludable, activo, de capacidades intrínsecas, son todas estrategias elitistas disponibles para personas que han llevado una vida próspera y de bienestar inalcanzable para la mayoría en el contexto mundial de desigualdad en aumento. Se presenta una propuesta que reconoce el deterioro etario de los rasgos antropológicos trascendentales de todo ser humano: relacionalidad, trascendencia inmanente y trascendencia de sí, que requieren la atención y el reconocimiento individual por profesionales sociales que reconozcan las necesidades de cada persona y proporcione los cuidados institucionales pertinentes en cada caso, a objeto de brindar un envejecimiento tolerable, alcanzable para todos sin caer en las desigualdades de propuestas elitistas indisponibles para la mayoría.