“…Al respecto, se han diseñado diferentes maneras de obtener información sobre las características de la buena práctica docente, por ejemplo, a través de cuestionarios de autoevaluación (Ayzum, 2012;Calatayud, 2018;Martínez et al, 2018;Rico, 2019), cuestionarios de opinión (Aguiar et al, 2018;Pedroza y Luna, 2017;Romero y Martínez, 2017;Santos et al, 2017), evaluación por pares (Aguiar et al, 2018;González et al, 2020;Pedroza y Luna, 2017;Romero y Martínez, 2017;Santos et al, 2017), o por medio de cuestionarios de autoinforme (Hickman et al, 2016;Loredo, 2021;Zabalza, 2012) En la literatura hay diversos estudios acerca de las características que debe tener un buen profesor en sistemas presenciales a partir de la opinión de los estudiantes: estos hacen referencia a cualidades personales (relacionada a los valores), actitudinales (aquellas que se surgen en la interacción profesor-estudiante) y profesionales-cualidades que se relacionan con su preparación y ejercicio profesional- (Alonso, 2019a;Cabalín y Navarro, 2008;Cruz et al, 2021;Gargallo et al, 2010;Sayós et al, 2014); o bien a aspectos de su metodología docente -características propias del profesor a la hora de impartir sus clases- (Alonso, 2019a;Bossolasco y Chiecher, 2020;Gargallo et al, 2010;Hickman et al, 2016); claridad explicativa -es decir, que expone de manera segura y entendible los temas- (Bossolasco y Chiecher, 2020;Cruz et al, 2021;Gargallo et al, 2010;Valerio y Rodríguez, 2017) y el ser didáctico -que consta de un repertorio de estrategias para favorecer el aprendizaje- (Bossolasco y Chiecher, 2020;Cruz et al, 2021;…”