El presente artículo revisa algunos de los textos más relevantes que argumentan y opinan sobre las distintas formas voluntarias para vigilar la nanotecnología, conocidas en conjunto como regulación blanda. Así, se expone brevemente en qué consisten sus seis tipos más comunes (registros, etiquetado, códigos de conducta, sistemas de manejo de riesgo, guías y estándares técnicos) y se ejemplifica, dando especial atención a las normas técnicas. Se revisan, asimismo, los principales órganos de estandarización en materia de NT profundizando en el trabajo del Comité Técnico en Nanotecnología de la Organización Internacional de Estandarización, el ISO/TC-229. Posteriormente, se argumenta sobre la importancia de la armonización normativa en esta materia y en el trabajo del Working Programme on Manufacture Nanomaterials (WPMN) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y, finalmente, se revisa la discusión en torno a qué tipo de regulación es la deseable cuando se busca la gobernanza de una tecnología de relativa novedad y con diversidad de aplicaciones y productos.