“…Ocurre de forma casi exclusiva en niños menores de tres años, pero se han reportado algunos pocos en adultos, que se atribuyen a fracturas craneales sufridas en la infancia. [1][2][3] Se presenta el caso de una paciente femenina de 51 años, que es remitida a consulta de Oculoplastia por notar desde hace aproximadamente cuatro años una proptosis derecha no dolorosa y de progresión lenta, la cual apareció tras recibir un trauma contuso a este mismo nivel. Al examen físico, se corroboró la proptosis y se constató edema palpebral, por lo que se realizó tomografía computada (TC) simple, que reveló una lesión osteolítica en el techo de la órbita derecha, con densidades medias internas entre 12 y 30 Unidades Hounsfield, la cual expandía el hueso frontal comprometido, adelgazando y rompiendo parcialmente la tabla externa, mientras que en la interna se descubrió una solución de continuidad, de AE 8mm en sentido latero-lateral.…”