“…Los quistes ováricos fetales pueden ser clasificados en dos grupos: los llamados quistes foliculares, que se originan como respuesta a los estímulos producidos por la gonadotropina coriónica que afecta al ovario fetal durante el embarazo, y los quistes luteínicos, cuya etiopatogénesis se atribuye tanto a las enfermedades maternas (diabetes, isoinmunización Rh y preeclampsia) como a hipotiroidismo fetal congénito (1,2,4,5,7) . El papel de la hCG en la formación de los quistes ováricos fetales y neonatales debe considerarse como transitorio, ya que, cuando el estímulo cesa, el quiste deja de crecer (2) .…”