“…La cuestión de la educación de los príncipes ha sido bien tratada por otros investigadores, como: Torre, 1956: 256-266. Val Valdivieso, 2011Val Valdivieso, 2013;Rábade, 2007;Earenfight, 2016 La educación de las infantas, destinadas a reinas, también debía repartirse entre lo intelectual, lo espiritual y lo cortesano, poniendo el acento en el desarrollo de las cualidades entendidas entonces como mujeres (Val Valdivieso, 3013: 80 y 119;Segura Graíño, 2007: 78). Sin olvidar la preparación para ejercer el arte y las virtudes necesarias para gobernar, el latín y otros idiomas, las princesas debían acostumbrarse a la cultura cortesana, las ceremonias, la administración de las casas reales, el ejercicio de la piedad y el mantenimiento de la memoria dinástica.…”