“…Así mismo, se puede observar cómo el número total de calificaciones de crédito en ambas agencias -última columna de la tabla 11-, aumenta de los años 2004 a 2008, fiel reflejo de la importancia que tanto para las empresas, como para las instituciones, ha representado el tener un rating que indique el nivel de su riesgo de crédito. A partir de 2008 el número de calificaciones se mantiene constante, en consonancia con el período de crisis financiera, dada la convulsión de los mercados financieros y la aplicación de reglas, como se menciona en algunos artículos (Alp, 2013;Baghai et al, 2014;Croce et al, 2011;Gray et al, 2006;Salvador Muñoz et al, 2011;Wang, 2011), más estrictas por parte de las agencias de rating de crédito. Este último punto, junto con las mayores dificultades financieras a las que las empresas se han de enfrentar, también se ve reflejado en los ratings de las categorías superiores e inferiores.…”