“…Desde un punto de vista matemático, los ejercicios de conversión de unidades son la contextualización física de un problema de fracciones, operativamente se compone de un sistema de divisiones concatenadas, que logran convertirse en un reto difícil para muchos estudiantes universitarios que comienzan con unas bases pobres para desarrollar fraccionarios. Las habilidades en matemáticas no son necesariamente las únicas destrezas que requieren nuestros estudiantes para resolver problemas planteados desde asignaturas como Física, Química o Biología, en ese sentido existen perfiles de estudiantes que logran realizar muy bien un ejercicio de división pero no logran desarrollar un ejercicio de conversión, el cual en esencia es matemáticamente muy parecido (Córdova et al 2010), por ello los ejercicios en contextos reales que involucran procesos de conversión de unidades, requieren un abordaje más complejo desde dos enfoques diferentes el abstracto y el realista. Existen estudios que demuestran que las fracciones y sus formas aplicadas al mundo real como los factores de conversión, también permiten a los estudiantes comprender mejor otros aspectos de las matemáticas, mejorando su desempeño en el álgebra, la geometría y la trigonometría (Coetzee y Mammen.…”