“…La reactividad nuclear es posiblemente el parámetro más esencial en los reactores nucleares. Existen técnicas experimentales para su cálculo o estimación, como, por ejemplo, los dispositivos electrónicos que utilizan los datos de las cámaras de ionización (Vasilenko et al, 2019); las técnicas Rossi-alpha y Feynman-alpha (Malkawi et al, 2021) empleadas en reactores en estados subcríticos y, en reactores de agua ligera es posible estimar valores de la reactividad, utilizando el período del reactor y la ecuación en horas (Jiang et al, 2022). Otro enfoque en el cálculo de la reactividad es el computacional, que se fundamenta en métodos numéricos que se utilizan ampliamente en una variedad de estudios, incluidos, por nombrar algunos, el comportamiento térmico en régimen transitorio de flujo de gas en redes de ductos, en presencia de varios tipos de componentes como válvulas, compresores, intercambiadores de calor y bifurcaciones (Ortega et al, 2009), la propagación de una fisura (Palma et al, 2010), en el proceso de mezclado metano-oxígeno para un sistema confinado con arreglo de chorros 4-Lug-Bolt bajo la influencia de la variación de presión (De la Cruz et al, 2015).…”