“…Buena parte de la literatura científica (Álvarez, 2011;Berwarld, 1987;Cancelas, 1998;Fernández, 2000;Gebhard, 1996;Gelabert et al, 2002;Mochón, 2005;Richards, J., Platt, J. & Platt, H, 1992;Suárez-Robaina, 2020) establece conexiones importantes entre estos tres modelos que presentan, no obstante, algunas diferencias entre sí y respecto a los materiales didácticos per se: Por materiales con fines didácticos han de entenderse aquellos "específicamente creados para la enseñanza" (Andrijević, 2010, p. 158), tales como los libros de texto al uso, las fichas de trabajo y otros materiales complementarios en formatos audioviosuales (las cintas, CD o audios que completan los manuales). Se trata de materiales que de modo estandarizado sacrifican a menudo la naturalidad del lenguaje a favor de un criterio determinado y establecido a priori, muchas veces rendido a un lenguaje "concentrado en estructuras que se quieren enseñar y lleno de frases perfectas y estructuras que se repiten" (id, p. 158).…”