Las sibilancias se definen como sonidos pulmonares adventicios, continuos y de tono alto. Predominantemente las sibilancias son de naturaleza espiratoria, pero también pueden ser inspiratorias o bifásicas. Su etiología es secundaria a la obstrucción de flujo en vía aérea superior extratorácica, vía área superior intratorácica o vía área inferior. Se cree que las sibilancias se deben a las vibraciones de las paredes de las vías respiratorias ocluidas, inducidas por una velocidad reducida del flujo de aire. Cuando se perciben sibilancias sin inducir exhalación forzada es necesario estudiar la causa, realizando una historia clínica dirigida a las diversas etiologías y un examen físico que incluya la exploración torácica completa: inspección, palpación, percusión y auscultación. Ayudas diagnósticas como la radiografía de tórax, la espirometría pre y posbroncodilatador, la tomografía computarizada de tórax y la broncoscopia pueden ser necesarias. El objetivo de este artículo es demostrar que las sibilancias representan un hallazgo semiológico retador para el clínico, que obliga no solo a pensar en asma o en enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) como posible causa.