Durante las últimas décadas del siglo XXI, el Cambio Climático (CC) ha ocupado un lugar importante en la agenda internacional no solo por los embates catastróficos que desencadena; sino, por los retos directos que plantea a los Estados, las empresas, a los organismos internacionales y a toda la placa social en neutralizar, paliar o re-direccionar sus respuestas frente al mega-impacto. Sus efectos, como los incidentes climáticos extremos, el aumento de la temperatura, el derretimiento de los glaciares, la escasez de recursos, y de los feroces daños inmediatos y descomunales en el medio ambiente y el terreno social no tiene un plazo de término. Frente a esta dantesca preocupación, la educación ambiental tiene definido su papel en desempeñar la promoción de la conciencia ecológica, la formación de ciudadanos para un desarrollo sostenible, pero, sobre todo, enfrentar el desafío de comprender de manera sólida los problemas, al tiempo de incorporar soluciones integradas. En esa línea, este ensayo recorre la relación entre educación ambiental y CC, destacando la indiscutible importancia de incorporar la temática ambiental en los currículos educativos para forjar y endurecer su rol en medio de una de las mayores amenazas del siglo XXI.