“…Ante el desajuste entre la cobertura de la seguridad promovida y la incidencia criminal amplificada por discursos alarmistas presentes en los medios de comunicación, se favorecen salidas "individualistas" en una multiplicidad de espacios privados de gestión de la seguridad. Nelson Arteaga Botello (2010) ejemplifica esos espacios como vecindarios, centros comerciales, edificios privados y gubernamentales, parques, distritos de negocios, lugares de trabajo, así como la implementación de políticas de seguridad en zonas consideradas como "peligrosas", regularmente favelas y zonas marginadas, "donde se establecen políticas destinadas a reducir el aparente riesgo de ser víctima de cualquier tipo de delito o crimen" (Arteaga Botello, 2010: 172).…”