“…Si bien estudios de corte metaanalítico indican que la asociación entre procrastinación y género es significativa (Steel, 2007;Van Eerde, 2004), dicha relación resulta prácticamente nula en términos de magnitud (|r| < .10). No obstante, se ha encontrado evidencia discordante, ya que algunos estudios refieren que los hombres procrastinan más que las mujeres (Khan, Arif, Noor & Muneer, 2014;Olea & Olea, 2015;Özer et al, 2009;Steel & Ferrari, 2013), debido probablemente a conexiones con la impulsividad que caracterizaría a los hombres (Strüber, Lück & Roth, 2008); mientras que otros reportes no dan cuenta de tales diferencias (Lai, Badayai, Chandrasekaran, Lee & Kulasingam, 2015;Mahasneh, Bataineh & Al-Zoubi, 2016;Moreta-Herrera, Durán-Rodríguez & Villegas-Villacrés, 2018). En el caso de los universitarios peruanos, en un estudio las diferencias fueron insignificantes en la postergación de actividades, pero los hombres presentaron una conducta académica menos autorregulada (Dominguez-Lara & Campos-Uscanga, 2017).…”