“…Se señala además que estas manifestaciones inadecuadas alcanzan el entorno social en que se desenvuelve el educando y en ocasiones son censurados por desconocerse sus verdaderas causas, de manera general las principales manifestaciones que se pueden presentar en educandos con trastornos en el comportamiento están en el orden de la hiperquinesis, hiperactividad, agresiones físicas y verbales, baja tolerancia a las frustraciones y timidez. 24,26 Algunos de estos educandos son retraídos, destructivos, malhumorados e indecisos, en ocasiones son tercos, tímidos, con dificultades en la memoria mediata e inmediata y en la socialización, presentan problemas de salud complejo y otros factores de riesgo, diferentes alteraciones en las etapas de desarrollo, (crisis), reacciones situacionales de la infancia y la adolescencia, trastornos por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). 27,28 Los educandos que padecen esta patología pueden manifestar inadaptación escolar, trastornos de ansiedad generalizada, fobias, y necesitan realizar actividades interesantes con mucha dinámica, es común encontrar en estos educandos dificultad en el lenguaje que pueden ser transitorias, provocadas por mal manejo familiar o del entorno en que se desarrollan, otros casos pueden desencadenar dislalias de origen orgánico, tartamudez, retrasos del lenguaje (entre otras patologías lingüísticas), que si no son canalizadas adecuadamente pueden provocar frustraciones y una involución en su comportamiento creando crisis de valores.…”