Introducción: La inteligencia emocional es una competencia blanda que, está demostrado, influye en la capacidad de las personas para tener éxito al hacer frente a las demandas y presiones ambientales. Por otro lado, la empatía tiene un papel importante porque es un atributo cognitivo que engloba el entendimiento de experiencias y perspectivas del individuo. Ambas con beneficios en la relación médico-paciente, pues consigue un mejor diagnóstico y mayor apego a los tratamientos.
Objetivo: Evaluar el nivel de inteligencia emocional y empatía que poseen los médicos residentes de la delegación Puebla del IMSS.
Método: Estudio cuantitativo, analítico, longitudinal, homodémico, prospectivo y multicéntrico. Participaron 254 médicos residentes de 12 especialidades, se utilizaron como instrumentos de medición: la escala TMSS 24 para inteligencia emocional y la escala de Jefferson para la empatía.
Resultados: Se tuvo más participación del sexo femenino, con una edad promedio global de 29 años, la mayor participación fue de la especialidad en medicina familiar. En los rubros atención, claridad y reparación de la inteligencia emocional, el resultado fue adecuado con 48%, 53.9% y 61.8%, respectivamente. En la escala de empatía de Jefferson predominó el rubro sobresaliente con un 46.8%. Se identificó a 19 médicos residentes con niveles bajos en cada una de las dimensiones de la inteligencia emocional aunado a una empatía intermedia y baja.
Discusión: los niveles de inteligencia emocional y de empatía fueron adecuados, aunque los médicos residentes con niveles bajos en ambos rubros representan un foco rojo y un área de oportunidad para la educación emocional.
Conclusiones: La inteligencia emocional y la empatía son habilidades que los médicos residentes deben poseer porque tienen beneficios para ellos y para sus pacientes, por lo que es importante fomentar la enseñanza de estas habilidades desde los años formativos.