Se observan contradicciones entre las máximas educativas chilenas, el marco legal, el currículum y la evaluación que se realiza para establecer grados de calidad y ordenación de las escuelas. En los cuerpos legales se establece la importancia del reconocimiento, la valoración y la atención de la diversidad, pero el sistema funciona a partir de un currículum homogeneizante y de evaluaciones altamente estandarizadas. La brecha en los resultados obtenidos entre los grupos socioeconómicos altos y los más desposeídos evidencia que la calidad en educación no se alcanza para todos en la misma medida. En este contexto, se buscar reflexionar sobre la importancia del rol docente en la atención a la diversidad. El profesorado puede, a partir de un desempeño caracterizado por la autonomía y la responsabilidad profesional, considerar el capital cultural del alumnado como una riqueza posible de incorporar al currículum escolar y al trabajo docente en aula. El profesorado puede acercar el currículum al estudiantado y hacerlo pertinente; sin embargo, la evidencia muestra que la práctica docente en Chile se caracteriza por un desempeño centrado en el currículum oficial que desconoce las particularidades del alumnado.