“…En este sentido, dada la innegable influencia de la fuerza y la potencia muscular en el rendimiento físico de los atletas, la AB ha sido evaluada utilizando diversas tareas de fuerza que incluyen: sentadilla profunda, dinamometría isocinética y tareas isométricas como sentadilla isométrica (Bishop et al, 2018a;Bishop et al, 2019c) y de manera indirecta a través de saltos verticales (Sannicandro et al, 2012), horizontales (del inglés: Standing Broad Jump o SBJ) y laterales (Lockie et al, 2014;Soñén et al, 2021). Además, los tópicos de estudio se han centrado principalmente en establecer la relación entre la AB y incremento del riesgo de lesión (> 15 %) (Kons et al, 2021) y de manera creciente durante los últimos años sobre su potencial relación negativa con el rendimiento físico o deportivo (Bishop et al, 2018a;Bishop et al, 2018b;Bishop et al, 2019b;Kons et al, 2020;Kons et al, 2021). De acuerdo con lo anterior, los estudios que analizan esta problemática han predominado mayoritariamente en los deportes colectivos (Madruga-Parera et al, 2020;Bishop et al, 2019b;Bishop, et al, 2019d;Lockie et al, 2014;Hoffman et al, 2007) y de manera reciente en los deportes de combate (Kons et al, 2020;Kons et al, 2021;Soñén et al, 2021) con resultados controversiales.…”