En un contexto profesional marcado por el cambio, la empleabilidad de los egresados universitarios se ha convertido en un concepto contencioso en el que convergen múltiples microinterpretaciones sobre el papel de la universidad y las expectativas del mercado. En el caso de los grados de Traducción e Interpretación en España, objeto de este artículo, no son pocos los que, en sus sucesivas reformas, han optado por introducir prácticas profesionales y asignaturas centradas en el desarrollo de competencias profesionales. El artículo que presentamos profundiza en dicha formación a través de un mapeado de los distintos planes de estudio de grado. Para ello, planteamos un análisis temático de las guías docentes de las asignaturas arriba mencionadas, de las que se analizaron los siguientes elementos: presencia y representatividad en los planes de estudio; naturaleza y características (carácter obligatorio u optativo, número de créditos, curso en que se imparten); contenido y alcance curricular (en el caso de las prácticas, tipología de empresa y naturaleza de las prácticas; en el caso de las asignaturas socioprofesionales, contenidos que se cubren). Los resultados muestran una alta presencia de ambas asignaturas, aunque con relativamente poca obligatoriedad. Las prácticas curriculares se desarrollan mayoritariamente en academias de idiomas o centros concertados de enseñanza; agencias de traducción y traductores autónomos y organizaciones no gubernamentales y otras asociaciones. Por lo que respecta a las asignaturas de corte profesional, entre sus contenidos predominan los aspectos deontológicos y éticos de la traducción, el análisis y las previsiones de mercado y la elaboración de presupuestos y facturas.