“…Su composición química consta de celulosa (35%), hemicelulosa (30%) y un bajo contenido de lignina (11.3%), y los grupos funcionales presentes como hidroxilos, carboxilos y aminas en la biomasa seca y molida, tienen la propiedad de captar metales pesados, facilitando el intercambio catiónico entre los enlaces de hidrógeno de los grupos funcionales y el catión presente en la solución (Sayago et al, 2020). Por otra parte, y debido a los altos costos que representa retirar el lirio acuático de estos ecosistemas, se ha considerado desarrollar tecnologías para su manejo, aprovechamiento y la obtención de compuestos que se puedan utilizar en las diferentes industrias, por ejemplo, la obtención de lignina, celulosa y hemicelulosa (Hernández et al, 2015;Tovar Ramírez et al, 2019), su capacidad fitorremediadora en el tratamiento de las aguas residuales (Bernal Nieves, 2015;Vargas Perdomo et al, 2018), mejorar la calidad de agua de colectores acuáticos (Morales Rojas et al, 2019), la producción de biofertilizantes, biogas, etanol, abono verde, vermicompost y azucares reductores (Cartagena Beltrán, 2018;Matindo, 2016;Mkisha & Maiti, 2017;Álvarez Bernal, 2019;Guzmán-Pérez et al, 2021), el efecto de sus extractos metanólicos para el control de la cucaracha americana (Periplaneta americana) (Adeleke et al, 2020), e incluso se ha estudiado la capacidad anticancerígena de las raíces del lirio acuático sobre líneas celulares (Mtewa & Sesaazi, 2020).…”