“…A pesar de algunos problemas metodológicos identificados (Schuurmans-Stekhoven, 2011), distintos estudios meta-analíticos reportan asociaciones significativas entre la religiosidad, la espiritualidad y la salud mental (Childs, 2010;Ellison & Levin, 1998;Jim et al, 2015;Yonker, Schnabelrauch, & Dehaan, 2012), tanto en relación a los trastornos del estado del ánimo (Payman & Ryburn, 2010;Van Voorhees et al, 2008;Wachholtz & Pargament, 2008), como a trastornos de ansiedad ( De acuerdo con Coock y Powel (2013), el trabajo de King contradice la literatura en el área, que sugiere que la espiritualidad se asocia positivamente a la salud mental (Gall et al, 2005). Para Piedmont (2004), la relación entre la espiritualidad y la salud mental puede comprenderse en relación con la gestión del sentido de la mortalidad en el marco de la construcción de un sentido más amplio de significado personal en un contexto escatológico.…”