El objetivo de este artículo es la revisión del concepto de retorno de talentos y el empleo de una ampliación del mismo, a fin de reconocer su mayor impacto sobre el desarrollo del país, que debe ser potenciado para el diseño de políticas que promuevan el retorno de talentos. La definición que proponemos no solo se circunscribe al retorno físico del peruano como trabajador o empresario a su país de origen, sino que el concepto incluye también a los peruanos en el exterior que representan una fuente de capital humano que apoye la creación, desarrollo y liderazgo de empresas y el intercambio de conocimiento y desarrollo tecnológico, sin la necesidad del regreso físico al país. China, India y otros países emergentes han reconocido el potencial económico de las comunidades de sus nacionales establecidas en otros países desarrollados y los beneficios que pueden ofrecer al desarrollo de sus países de origen si el capital humano y financiero que han acumulado puede ser invertido en ellos. Estos grupos que han establecido redes sociales en el exterior, especialmente financieras, comerciales, tecnológicas y de conocimiento, tienen la ventaja de conocer el idioma, costumbres y otras características culturales y sociales de sus países de origen, lo que facilita sus labores en ambos mundos. De otro lado, es también importante reconocer que los lazos familiares y culturales de este emigrante con su país de origen continúan a pesar de la distancia y el tiempo, y es esta conexión la que puede ser el elemento catalizador para que el emigrante pueda retornar a su país de origen, permanente o temporalmente. Este concepto amplio de retorno de talentos brinda al emigrante y al país de origen una diversidad de oportunidades para su desarrollo económico.