“…Para remover las partículas suspendidas en el agua se emplean métodos de coagulación que consisten en la adición de compuestos químicos y/o biológicos, para desestabilizar las partículas presentes y aglutinarlas en flóculos con un peso específico mayor al del agua, por lo que al sedimentarse pueden removerse (Mani et al 2019). Los coagulantes comúnmente empleados en países en vías de desarrollo son la cal, el cloruro férrico, el ácido sulfúrico, poli electrólitos y el sulfato de aluminio (Saritha et al 2017), siendo este último el más empleado por su eficiencia y relativa economía (Sandoval y Laines 2013); no obstante, algunos estudios relacionan la acumulación de residuos de aluminio en los lodos de sedimentación con la prevalencia de trastornos neuronales como el Alzheimer y Parkinson que disminuyen la capacidad motora y mental (Rondeau et al 2000, Wang et al 2016, Bondy 2016).…”