“…Esta alta diversidad morfológica, aunada a la escasez de marcadores tumorales apropiados y específicos, es responsable de la demora diagnóstica y de que hasta el 22% de los SCC sean inicialmente diagnosticados como otros tumores renales (3)(4)(5)(6)8,12). El patrón histológico más frecuente, conocido como variante clásica, consiste en células ovoides con cromatina uniforme y citoplasma excéntrico con múltiples vesículas, dispuestas en trabéculas, separadas por tabiques fibrovasculares espaciados y arborizados con capilares de pared delgada dentro de estos tabiques, frecuentemente descrito como patrón de malla de gallinero (4,7,8,11,13). Los otros patrones histológicos son: mixoide (50%), esclerosante (35%), celular (26%), epitelioide (13%), en huso (7%), células fusiformes (4%), y anaplásico (2,6%).…”